24 de marzo: NUNCA MAS

                                                                                                    

                                                  
                                                  24 de Marzo                      
                                    Memoria, verdad y Justicia
       
En este artículo proponemos una secuencia literaria para trabajar sobre lo que significa el 24 de marzo para nuestro país. La idea es acercar a los niños/as con textos de alto nivel literario que fueron prohibidos durante la dictadura militar. Sabemos que es una temática complicada para trabajar con los más pequeños, pero también sabemos que la Memoria, la verdad y la Justicia se construyen día a día.

                                                                                          Por Lic. Paula Foray

Desde hace algunos, años el 24 de marzo comenzó a no pasar desapercibido dentro de las escuelas, sobre todo dentro del nivel inicial. Desde Tejiendo Infancias consideramos que es muy importante que estos temas tomen relevancia y se incorporen dentro del trabajo con los/as más pequeños/as, porque consideramos que de esta manera se puede construir entre todos/as un verdadero Nunca Más. “La escuela constituye un espacio propicio para abordar los hechos de la historia reciente. El golpe de Estado de 1976 debe ser trabajado en las aulas para reflexionar sobre el valor de la democracia y la vigencia de los derechos humanos, para bucear en los conceptos básicos del Estado de derecho y para recuperar la importancia de la memoria y construir un futuro en el que hechos como estos nunca más se repitan.”[1]
Por esto realizamos una secuencia literaria en una sala de 5 años, durante una semana compartiendo con el grupo la lectura de cinco cuentos diferentes, explicándoles a los niños/as que esos cuentos habían estado prohibidos durante un tiempo en nuestro país y luego reflexionamos sobre cada unos de ellos.

Primer acercamiento. El grupo estaba en la sala de música, mientras tanto nosotras dispusimos el espacio para recibir al grupo. Colocamos colchonetas sobre el suelo y sobre la mesa una tela con los cinco libros que íbamos a leer y pegamos una cartulina en la pared que decía “libros leídos”.
Cuando el grupo llego a la sala, algunos se sentaron rápidamente sobre las colchonetas, otros se quedaron mirando los libros de la mesa y una de las nenas dijo “ese libro yo lo tengo…pero todo roto. Es una planta de cuadernos”.
Una vez que todos/as estuvieron sentados les contamos que íbamos hacer durante esa semana. Les dijimos que el 24 de marzo, que caía lunes no íbamos a tener clases porque se recordaba un hecho que había pasado en la argentina hacia unos años, uno de los nenes grito “a San Martín ya se”, hubo en ese momento un murmullo importante, nosotras nos reímos y luego explicamos de que no, que lo que se recordaba era un momento en donde había unos señores que no dejaban que se haga nada distinto de lo que ellos les gustaba, no se podía hablar ni siquiera juntarse en reuniones, y que además no dejaban que se leyeran algunos libros como esos cinco que estaban arriba de la mesa. Que a ese momento se lo llamaba dictadura y concluimos diciendo que como ahora estábamos en democracia podíamos decir todo lo que pensábamos, que podíamos criticar y opinar y que todos los libros una vez prohibidos ahora se podían leer sin problema y que nosotros/as para recordar ese momentos, y para que nunca más vuelva a pasar, íbamos a leer estos libros y pensar en conjunto porque habían estado prohibidos.

El primer día leímos “La planta de Bartolo” de Laura Devetach, aprovechando que una de las nenas ya lo conocía. Fue uno de los más aplaudidos. “Uh…una planta de figuritas quiero yo” dijo Felipe, entonces al terminar la lectura fuimos escribiendo en el pizarrón que cosas plantaría uno para tener una propia planta como la de Bartolo. Se escucharon cosas muy graciosas, como plantas de muñecos de hombre araña, plantas de caramelos, plantas de paraguas, y entre otras, quisieron una planta de hojas, “pero no de las verdes… las de dibujar…de todos colores…y lápices también” dijo Vale.

El segundo día nos tocaba leer “Un elefante ocupa mucho espacio” pero antes comenzamos leyendo una pequeña bibliografía de Elsa Borneman y descubrimos que había otros cuentos de ella que tampoco se podían leer en esa época de dictadura. Cuando terminamos de leer el cuento la pregunta fue ¿Qué es una Huelga? Al principio nadie contesto, se miraban, se reían. Entonces volví a preguntar ¿Saben o quieren que les cuente? Entonces en voz muy bajita, Catalina dijo “cuando no trabajan porque están enojados”, “Cómo Victor” grito otro nene y así comenzó el debate. Y después de tanto hablar, buscamos fotos en la computadora sobre algunas huelgas y paros en donde se veían a los trabajadores en asambleas, cortando las calles, etc. Justó entro el profe de educación física, y al verlos a todos/as abarrotados en la compu preguntó que miraban y Fiorela concluyo “Estamos viendo fotos de trabajadores en huelga, profe!”, los adultos sonreímos y el profesor pregunto “¿y que piden, Fiore?”, la nena lo miro y haciendo gestos con las dos manos dijo “Un mejor trabajo, como Victor”.

El miércoles, el tercer día, leímos “El país que no quería ser gris” de Ayar Barnes. Les conté que ese cuento no se vendía más en las librerías, y que como no lo había conseguido, lo busque por internet y que lo íbamos a mirar por allí, que a veces para eso servía la compu, para buscar cosas que no encontramos o que son muy viejas que no se consiguen en ningún lado.
Este es un cuento bastante largo, pero yo creo que como lo vimos en la compu, el grupo prestó mucha atención. Al terminar, conversamos sobre los dibujos “porque parecen viejos” dijo Diego y la pregunta fue ¿Por qué habrán prohibido este cuento? Se hizo un bullicio importante, y entre las muchas voces se escucho a Catalina que dijo “porque no le gustaban los colores seguro” no nena “Porque al Rey no le gustaban”  dijo Felipe. Entonces intervine, “si Feli al rey no le gustaba que no le hicieran caso, por eso no le gustaban los colores de las casas, pero Cata habla de los señores que estaban como presidentes en la dictadura, te acordas? A ellos tampoco le gustaba que no le hicieran caso”. Fue un día de mucho debate, porque siguieron discutiendo largo tiempo.

El cuarto día llego con un cuento y una sorpresa, la sala estaba dividida en dos por una tela, los nene/as no veían lo que había del otro lado de la tela. Se acomodaron en las colchonetas, algunos no quería saber nada de leer otro cuento, pero al mostrar la tapa se entusiasmaron. Nos tocaba leer “Monigote de arena” de Laura Devetach. Cuando mencione el nombre de la autora, enseguida la reconocieron, de ella habíamos leído otros cuentos. Fue otro de los más aplaudidos, al terminar la lectura le propuse que se pararan cerca de la tela, y al levantarla vieron la sala llena de arena en el suelo. Algunos/as no esperaron nada y se zambulleron en ella rápidamente, otro/as miraban sorprendidos/as. Todos/as se animaron a dibujar monigotes, autos, árboles y hasta grandes dinosaurios para luego borrarlos y volver a dibujar.

Llegamos al final de la semana, el viernes nos esperaba la lectura de “Jacinto”, para esto invitamos a la sala de 4 a que participara. Fue el propio grupo el que le pudo contar a los nenes más chicos que íbamos a leer un cuento “que antes no se podía leer en ningún lado porque decía cosas que no se podían decir”.  Les conté que este cuento era parte de una selección que estaba en un libro con muchos otros cuentos, y que lo había escrito Graciela Cabal. A las dos salas les gustó mucho este libro, pero a la hora de pensar porque había sido prohibido no pudimos llegar a ninguna conclusión. Pero a pesar de esto valió la pena la lectura de una obra tan pero tan linda.

El día 25 de marzo, a la salida, los directivos leyeron unas palabras para recordar los sucedido el 24 de marzo de 1976, y compartimos con las familias el trayecto que habíamos recorrido con los niños/as de la sala de 5. 


Así concluimos esta secuencia literaria, los invitamos a pensar en otros cuentos, a trabajar con otras edades o a pensar otras formas de recordar el 24 de marzo por más memoria, más verdad y más justicia.







[1] Fragmento extraído de http://portal.educ.ar/debates/protagonistas/ciencias-sociales/especiales-educar-24-de-marzo.php

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