Período de inicio


           


                                                  Primeros pasos
                                El período de inicio en el Nivel Inicial 

Los primero días en el jardín generan angustias no sólo para los niños y las niñas, para las familias, sino también para las y los docentes. En estos primeros días, se mezclan emociones y ansiedades de todos los actores involucrados, por esto es necesario y sumamente importante reflexionar como docentes acerca de cómo enfrentar, organizar, pensar y diseñar las primeras actividades para generar un buen comienzo que sirva como bases fuertes para la construcción de vínculos que refuercen el desarrollo y el crecimiento de los niños y de las niñas.

                                                                                                              Por  Paula Foray

La importancia de los primero días
Para abordar esta temática debemos comprender que este es un período que se hace presente siempre, y en cada momento, que un sujeto se integra en una institución, ya sea conocida o no.
La incorporación en un ámbito social como la escuela genera tanto en los niños/as como en los adultos un desequilibrio emocional, y por lo tanto se convierte en un período sumamente importante.
Por este motivo, en este articulo se intenta reflexionar y re pensar de forma crítica sobre como es tratado este período dentro de las escuelas, como se organizan las actividades, los espacios y los tiempos. 

Un reloj que no da la hora exacta
Es sencillo saber cuando comienza esté período pero no es nada fácil determinar cuando termina, ya que cada niño o niña tiene su propio tiempo para incorporarse a diferentes ámbitos sociales. Cada sujeto posee y necesita un tiempo determinado para entrar en confianza, para animarse a conocer, para jugar, y “adaptarse” a los espacios, los tiempos y los otros. Por esto no hablamos, entonces, de una sola adaptación o un único período de inicio, sino que decimos que cada sujeto involucrado atraviesa un proceso diferente en donde estos tiempos deben ser respetados, no sólo por los docentes sino además por las familias y por las instituciones.
Los/as docentes deben estar atentos a estos tiempos personales, es decir, a las necesidades individuales que surgen en estos primeros días. Para esto consideramos que una manera práctica de atender a cada necesidad es proporcionar momentos de recibimientos que se caractericen por su nivel lúdico, en donde los niños y niñas puedan ir entrando de a poco, es decir, que el/la niño/a que pueda despedirse sin dificultad acceda a la actividad, mientras la docente pueda dedicar su tiempo a los niños/as que les cueste más el despegue.  Además esto nos permitirá observar a cada uno/a, ver con que juegan, con que compañeros/as, quienes están integrados al grupo y quienes necesitan más acompañamiento del adulto, etc.
Habitar el espacio
Es fundamental, sobre todo cuando hablamos de los más pequeños. La confianza, la autonomía y la independencia dentro del espacio físico es lo que les permite desenvolverse con seguridad y afianzar sus propios conocimientos. Por lo tanto la capacidad de “habitar” un lugar, es decir de hacerlo propio es algo que el docente debe generar como un aprendizaje importante dentro de este período de inicio. 
Decimos habitar, porque a partir de esta acción consideramos que los niños y niñas van construyendo un vínculo con el espacio, y al mismo tiempo con los sujetos que allí circulan que les va a permitir atravesar este primer nivel educativo, como una experiencia fundamental para construirse como sujetos sociales, seguros, críticos y autónomos.   
Cuestiones que pueden ayudar a pensar el periodo de inicio:
§        Se debería prever y planificar momentos de encuentro previos con las familias para charlas de cómo se organizará el inicio y evacuar todas las dudas que se presente sobre este período.  
§        Incluir a las familias en este proceso, organizando actividades en donde estas puedan participar de la organización y preparación del ambiente y de material que luego sirva para utilizar con el grupo.
§        Pensar en las actividades como momentos que ayuden a generar vínculos con los niños/as y con las familias, para estos sería necesario pensar en momentos de juegos compartidos entre familias, niños/as, docentes de toda la institución, más allá de la primer actividad.  
§        Alentamos a las y los docentes a pensar actividades simultaneas y escenarios de juego que reciban a los niños/as y que permitan a atender las necesidades de cada uno/a de los/as niños/as. (Se puede ampliar en http://tejiendoinfancias.blogspot.com.ar/2014/05/una-sala-para-armar-una-manera.html)
§        Repensar el tiempo desde la verdadera necesidad de los y las niños/as, y adecuar los horarios según el bienestar de cada uno/a.
§        Realizar la decoración y armado de la sala con la ayuda y presencia del propio grupo ayudará a que estos se apropien del espacio y puedan incluir sus propios gustos y producciones.

Para seguir pensando
Invitamos a los/as docentes a re pensar en este período de manera critica y conciente de la importancia que este momento representa. Este artículo no intenta ser una guía ni una receta para implementar dentro de las salas, por lo contrario está pensado para ayudar a pensar y revisar nuestras propias prácticas y generar trasformaciones positivas en nuestras salas, convirtiéndola en una escuela inclusiva que ampare y protejas los derechos y las necesidades de los niños y niñas menos de cinco años.

                                    






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