Educación Sexual Integral: Un tema para seguir pensando

                

Implementación de la 
ESI en el Nivel Inicial

Revisiones y reflexiones sobre la Educación Sexual Integral                  



La Ley de Educación Sexual  Integral todavía no llega a ser implementada en el Nivel Inicial con naturalidad y se perpetúan  ciertos prejuicios. Por esto la idea principal de este artículo es poder reflexionar sobre esta ley,  los lineamientos curriculares que se plantean y sobre nuestra responsabilidad como docentes de respetar los derechos de los niños y las niñas teniendo en cuenta la importancia de conocer e implementar esta legislación, desarrollando los contenidos que en la misma se explicitan en propuestas de enseñanza; con el objetivo principal de  enriquecer la educación sexual desde la primera infancia.     
                                                                        
                                                                               Por Ma. Laura Castro y Paula Foray

De qué hablamos cuando hablamos de la ESI:
1 -La Educación Sexual en términos generales:

La Educación Sexual Integral (ESI) queda definida e integrada a los programas curriculares de todas las escuelas argentinas, tanto de gestión pública o privada, a partir de la Ley 26.150 en el año 2006.
Esta Ley define criterios y contenidos básicos comunes sobre la Educación Sexual que deben incorporarse en proyectos institucionales y proyectos áulicos, siendo parte del  trabajo cotidiano dentro de todas las escuelas; comprometiendo a los actores involucrados en este campo a promover saberes relacionados con el  conocimiento y cuidado del propio cuerpo, las relaciones con los/as otros/as, la construcción de la intimidad y el respeto por la intimidad de los/las otros/as, el ejercicio de la sexualidad de manera no estereotipada, la valoración y expresión de las emociones, la relación igualitaria entre varones y mujeres y, entre otras, el derecho a la información.
La ESI, en tanto Ley, aparece en las escuelas como deber y como derecho, por un lado como deber destinado a los docentes que tienen el compromiso de encarar la tarea de manera responsable incorporando estos contenidos y promoviendo una educación critica que acepte las heterogeneidades y se aparte de los estereotipos sociales y que reconozca a la sexualidad como un eje presente y más amplio que atraviesa toda la vida de los sujetos, “porque es una dimensión de la construcción de la subjetividad que trasciende ampliamente el ejercicio de la genitalidad”(Morgade, 2011 p:10). Por otro lado, debe ser entendida como  un derecho de los niños,  niñas y jóvenes en recibir una educación democrática que garantice la libertad de expresión, la posibilidad de ser escuchados/as, acceder a información pertinente y objetiva y poder así asumir una vida responsable y libre.

2- La importancia de la ESI en el Nivel Inicial:  
El Nivel Inicial es el primer eslabón dentro del campo educativo, por lo tanto, representa la base fundamental en donde se van a apoyar y sostener los sujetos en el desarrollo de su vida. Las experiencias, las ideas y los contenidos trabajados en este nivel generarán huellas que permanecerán en cada sujeto permitiéndoles ir  constituyéndose como ciudadanos que puedan vislumbrar horizontes más justos para la  sociedad en la que viven. Por esto reconocemos que la importancia de trabajar los contenidos de la ESI en el nivel inicial conllevan a la formación de adultos más críticos, más predispuestos a la aceptación de las diferencias y comenzar a replantearse los estereotipos creados a lo largo de toda nuestra cultura.
Según lo expresado por el Ministerio de Educación Nacional “en este nivel, la ESI  propone también  nuevas formas de pensar la organización de los espacios escolares, las relaciones tanto entre niñas y niños, como entre adultos/as y niños/as, el vínculo entre la escuela y las familias. En este sentido, la ESI propicia un uso igualitario del aula y del patio entre varones y mujeres, como así también de los juegos y juguetes en la medida en que considera que éstos no son “exclusivamente de varones” o “exclusivamente de mujeres”. También apunta a desnaturalizar los modos socioculturales de ser niño y de ser niña, para generar desde la infancia, modos de participación más democráticos.”(Serie Cuadernos de ESI)

De qué hablamos cuando hablamos de sexualidad:
1- Reviendo nuestras concepciones:
Concordando con  la idea de que la sexualidad es una construcción social, nos parece sumamente importante incorporarla como tema a discutir y a tratar dentro de nuestras escuelas. Para esto es necesario tomar - como ejercicio cotidiano- el compromiso de revistar  nuestras propias  concepciones sobre la sexualidad ya que, sin duda, estas ejercen una fuerte intervención en las  representaciones y construcciones de los niños y niñas, condicionando el desarrollo de su sexualidad.
La  primera acción para  des-ocultar lo que está  “invisibilizado”, oculto y naturalizado es incorporar la práctica de preguntarnos, para poder indagar nuestros propios supuestos sobre sexualidad. Los lineamientos curriculares de la ESI se apoyan en la idea de que “la sexualidad humana se construye desde que nacemos y la vamos constituyendo  partir de las relaciones con los otros, a partir de la pulsión – encuentro del organismo con todo lo psíquico y cultural que caracteriza al ser humano- y  de las experiencias de placer diferentes en cada etapa de la vida” (Weiss 1995, p:24) Por lo tanto partiendo “desde una concepción integral,  la educación sexual incluye  la integración de  los aspectos físicos, emocionales, intelectuales y sociales relativos a la sexualidad”
Reconociendo esta  visión más abarcativa de la sexualidad,  la propuesta es  comenzar a rever el  sentido común que tiende a considerar  y relacionar únicamente a la sexualidad con el concepto de  genitalidad. El conocimiento de las diferencias sexuales entre niños y niñas, el origen de los bebés,  las distintas partes del cuerpo y uso de los nombres correctos para mencionar los órganos genitales es tan solo una parte de lo que promueve la ESI. Los lineamientos curriculares a los que apunta esta legislación,  van más allá de lo físico y el conocimiento del cuerpo sino que hace hincapié en que  debemos promover en los niños y niñas el desarrollo de la autoestima,  la expresión de sentimientos, emociones, afectos, la defensa de la ideas propias, la toma de decisiones, la posibilidad de elección, la participación activa, la resolución autónoma de conflictos.
Apunta a que el Nivel Inicial  promueva  el  respeto por el otro, por la diversidad; y no solo de las diferencias físicas  sino también  las diferencias culturales, étnicas, de lengua, costumbres y creencias. Además del conocimiento y respeto de las distintas  configuraciones familiares. Que se  incentive la ayuda, la cooperación y la solidaridad, el diálogo ante un conflicto, la construcción de actitudes que se basen en valores como la justicia, la honestidad, la amistad, el respeto y la solidaridad. Como podemos ver, la  Educación Sexual Integral  va más allá de una temática específica a trabajar, recorre transversalmente la tarea diaria.
Es por este motivo que nuestro deber como docentes es hacer conscientes  nuestras concepciones que subyacen nuestras prácticas: nuestro accionar, nuestro discurso, desde lo que decimos y lo que callamos, ocultamos o pasamos por alto;  la manera de enseñar  lo que enseñamos, la forma en que respondemos a situaciones que se presentan en la sala y en cómo satisfacemos  las  dudas e inquietudes que se les presentan a nuestros niños y niñas en torno a la sexualidad, ya que todo esto condiciona el aprendizaje de nuestros educandos.

2- Pensar en el género dentro de la sala:  
Las distintas sociedades, las culturas y los diversos discursos configuran una manera de mirar y de comprender cuales son los lugares que deben ocupar tanto las mujeres como los hombres, las actitudes y los actos esperables para ellas y para ellos, por lo tanto no hay duda que son determinados y trasmitidos de generación en generación, y sostenidos culturalmente. Desde las sociedades patriarcales, se plantea un mundo dividido en dos, una esfera pública, de trabajo, ciencia y dinero seleccionado para los hombres, proveedores y protectores “naturales” y una esfera privada, de familia, cuidado de los hijos/as, labores del hogar (lavar, planchar, coser) y de buenos modales destinados para la mujer, sensibles, inseguras e incapaces por “naturaleza”.
Esto nos permite afirmar que las formas de ser mujer o de ser hombre no son formas naturalmente establecidas, ni tampoco existen únicas maneras de actuar como tales, sino más bien todo lo contrario, la denominación actual de género nos permite visibilizar esa diversidad. Podríamos decir que “la perspectiva de género permite, justamente, desnaturalizar el vínculo entre sexos, para reponer las condiciones políticas que lo constituyen, comprender las formas de construcción de lo femenino y lo masculino, las representaciones dominantes en cada caso y de cómo atraviesan modos de hacer y pensar” (Brener, 2011 p:28) La idea de implementar la ESI dentro del Nivel Inicial es poder romper con esta diferenciación y contemplar la idea de que hay diferentes formas de ser mujer y diferentes formas de ser hombre que rompen con estos estereotipos, que no existen juegos de nenes y otros de nenas, que los colores no representan un género y otro.
Somos consientes, como docentes en ejercicio y profesionales de la educación, que abordar las temáticas de sexualidad, no sólo se basa en pensar pedagógicamente como llevarlas a cabo, sino que además, y fundamentalmente, se necesita una revisión constante de los que cada sujeto piensa sobre esto. Para ello es necesario seguir pensando, reflexionando y capacitándonos para revisar críticamente nuestras propias prácticas, y poder en conjunto con las familias y los niños y niñas terminar con los estereotipos y acceder a una educación inclusiva para todos y todas, que trabaje de y para la diversidad, tomándola como enriquecedora y no como un obstáculo.

                              Material para seguir investigando
  • Lineamientos Curriculares para la Educación Sexual Integral en el Nivel Inicial. Ministerio de Educación. C.A.B.A
  • Serie de Cuadernos ESI. Educación Sexual Integral para la Educación Inicial. Ministerio de Educación Nacional. http://portal.educacion.gov.ar/inicial/programas/educacion-sexual-en-el-nivel-inicial/
  • Toda educación es sexual. Coord. Graciela Morgade
  • Programa Nacional ESI  http://portal.educacion.gov.ar/
  •  Revista “La escuela frente a la construcción del género – Novedades Educativas
  •  Educación Sexual Integral. Para charlar en Familia – Ministerio de Educación Nacional
  • Capacitaciones del Cepa (Consultar grilla de cronogramas de los cursos sobre género y sexualidad)  



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